viernes, 18 de diciembre de 2015

El recuento de mis días 2015

Cada diciembre hago el recuento de mis días. De las risas. De cada trago. De los malos tragos. Buenos ratos. Y no tan buenos. Hago el recuento de lo que he aprendido (y de lo que no). Aquellos que he dejado en el camino. Los que siguen. Los que voy a conservar en los próximos días. Los que me llenan.

Me quedaría con Tarifa y tu compañía. Con aquel festival que me llenó de vida (ella). Aquella comida india y las risas. Los ojos azules que me recogen de día. Mi compañera creativa (menta). Los rizos con sabor a bombón. Las noches de Telepizza (one go). Las cenas en la orilla. Las tertulias y bailes de verano. Los viajes improvisados. Las risas descalzos. Las recetas inventadas. Los libros. Cada poesía de Diego Ojeda. Los cristales empañados. Los baños a cero grados. Navidad. Las burbujas. La lencería. El vodka.

2015 me ha enseñado mi mejor versión. El significado de pasión y dónde encontrarla. El sabor. El mejor aroma. Canela y fresa.











He reventado de felicidad. 

jueves, 8 de octubre de 2015

Ley de oferta y demanda





Pongámonos serios desde el principio. No estoy hablando de productos. Las cartas sobre la mesa. Sin ceniceros. Venga.
Te ofrezco risas, noches de brisa marina. Ninguna despedida. Las odio. Te ofrezco besos en todos los formatos, pequeños, grandes, al aire, en tu cuello, espalda. Mordiscos en las mejillas. También puedo ofrecerte noches serias, aconsejarte libros buenos y ver una película antigua. Te ofrezco cordura y locura al mismo tiempo. Hacer el amor como nadie lo haga. Con palabras. Versos. Quesos y uvas. Vino fino. Te ofrezco un coche y gasolina. Sin destino. Sólo de ida. Te ofrezco una aventura inolvidable.
Te demando a ti. Que me chuchurres los ojos cuando te ríes de mi. Que me cuentas chistes y sólo me río de los malos. A ti que me haces volar hasta el infinito y me esperas con los brazos abiertos para que no me haga daño. A ti que me sueles ignorar cuando te hablo pero sé que me escuchas. A ti que no me defiendes porque sabes que no lo necesito. A ti que me quieres de todas las formas posibles. En chándal. Despeinada. Desnuda. En tus brazos. Que me consientes con palomitas de colores en todos los exámenes. Te demando a ti porque tenemos un equilibrio* envidiable.

(*El equilibrio de mercado se da cuando se cruzan la oferta y demanda en un punto, justo ahí en ese punto estamos tu y yo)

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Eres tú


No son tus labios, es por lo que ríes. No hay tardes de palomitas, hay nubes que se enfadan. No es mi locura, es quererte tanto. No son mis pies, son las huellas, el camino. No es lo que hablo, es lo que cultivo, lo que me mueve. No es el orgasmo, son tus manos, tus ojos, tu piel, tu aliento, tú. No es viajar, es nuestra música, risas, tu compañía y el chocolate. No es dormir, es tu cama, tu almohada y sábanas, el ancla. No es la tila, son tus palabras lo que me relajan, tus dedos en mi pelo y los susurros en mi oreja. No es mi vello de punta, es verte.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Quédate

Y no te vayas todavía amor. No soy de película, no te invitaré a tomar una copa en mi ático. Pero quédate. Yo te invito al té. Moruno. Con hierbabuena. Con ropa. O no. Aún queda comer fresas en París. Safaris. Auroras boreales. Las Maldivas o Sevilla. En tu cama o en la mía. Que sobren las ganas y no falte iniciativa, sabes lo que quiero. Sé lo que quieres. Quiero que dibujes paisajes de arena en mi espalda, que beses mis costillas y comas en mis mejillas. Quédate corazón, aún no ha salido el vuelo y parte en dos horas. Tu destino es el mío y mi destino es el tuyo.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Prométemelo


Prométeme que no vas a querer a nadie más que a ti. Que te vas a enamorar de ti. Virtudes y defectos. De tus arrugas al reír y tu forma de caminar. De tus chistes malos. De ti al despertar. Tus lunares. Labios. Prométeme que vas a ser la persona que te gustaría conocer. Que tus emociones y autoestima no van a depender de nadie, sólo de ti. Que encontrarás la paz en el sitio que tú decidas. Si caes tú te levantas sola/o. Y prométeme que las piedras que te cruces serán solo para construir más fuerte tu camino y no para tropezar

viernes, 25 de septiembre de 2015

Septiembre




Los años empiezan en septiembre.
Siempre me la juego en ese mes. Septiembre es uno de esos meses que te cambia, que te enseña dónde estás y qué te falta para llegar allí. A tu meta. Tu visión. Te toca decidir qué estrategias llevarás a cabo para conseguir esos objetivos que te fijaste al principio y llegar a aquello que te hace tan feliz.
Hoy te invito a hacer recuento de tus septiembres, de las decisiones que tomaste, de cómo las enfrentaste, de cómo conseguiste aquello que tanto te costó. Y una vez que hagas eso graba con fuego en tu mente que en este nuevo septiembre serás capaz de conseguir todo aquello que te propongas. Si de verdad crees en aquello que quieres y le pones pasión: lo conseguirás.
Después de mi reflexión de septiembre de 2016. O sea, este. He llegado a la conclusión de que perdemos (o pierdo) mucho tiempo en poner parches en aquello que no se nos da bien y nos hace perder demasiado tiempo. Es por eso que este septiembre voy a invertir mi tiempo en aquello que se me da bien, en aquello que disfruto, que me hace feliz, aquello que detiene mi reloj y sin darme cuenta ya son las 2 de la mañana, aquello que me hace sentir realizada y que me da valor.

Así que, ¿a qué esperas? Acepta mi invitación y piénsalo. Encuentra tu momento Eureka.

martes, 11 de agosto de 2015

De motos.

Que no te vendan la moto. Ninguna relación surge de la noche a la mañana. Ni de pareja. Ni de amistad. Ni en un mes. Ni en un año. Que me hagan vibrar. Enséñame tu mundo. Hazme reír. Vuela conmigo. Mírame diferente. Emborrachémonos. Vamos a cenar a sitios cutres. Y caros. Una hamburguesa en la arena de la playa y ensalada en ese restaurante. Quiero que sepas qué pido de bebida y cómo me gusta la pasta. Que lo mejor sea el postre. Tiramisú o arándanos. Después veamos una película. Amor bajo el espino blanco o la que tú quieras. Histórica o romántica. Pero que te conozca y al revés. Deja ver que hay dentro de ti y quítate las capas de polvo. Así solo vendrán arañas. Cuéntame tus sueños. Tu libro favorito y el peor. Dónde tienes cosquillas, para no hacerte. Si prefieres verano o invierno. Noruega o Canarias. Conócete, conóceme.

viernes, 31 de julio de 2015

¿Sabes?

Con la que está cayendo,   
40 grados en Sevilla, 
despensas vacías,
niños sin tostadas con mermelada,
padres con las tripas vacías,
abuelos sin casa.

Con la que está cayendo,
y tú como si nada pasara,
leyes ya pasadas,
dictaduras despertadas,
libertad asesinada,
ni sentadas en tu plaza,
mordaza,
solo esperanza.
                                                                                                                       

jueves, 30 de julio de 2015

De acorazados y orcos.

¿Quieres ser guerrero/a o valiente? Es la pregunta que siempre me hago cuando pienso en sentimientos y emociones acorazadas. A lo largo de mi corta vida me he cruzado con muchas personas empedradas y puedo asegurarte que ninguna era plenamente feliz (no cantaban cuando conducían y hace pocos días leí que las personas más felices cantan mientras van en coche). Estas personas no usaban los ingredientes básicos emocionales: hablar consigo mismo y mostrar al resto deseos, miedos, dudas, ideas…

Es cierto que el bando de la Compañía Gris nunca habría vencido a los orcos de Sauron sin sus corazas pero en esa batalla lo más importante fue la estrategia y para eso sobran corazas y armas. Los orcos pensaban que por ir acorazados hasta las entrañas ganarían la batalla pero la realidad no es esa, la coraza solo servía para proteger su mayor atuendo: inseguridad.

El acorazamiento es la consecuencia de no saber nuestras emociones afrontar ciertas situaciones, no conocen armas para combatirlas y la reacción es desarrollar de forma innata Mecanismos de Defensa. Guerreros que escogen su propia arma de lucha creando una coraza cuya protección altera su calidad emocional. 

Esta coraza puede alterar la visión de la realidad que nos rodea y limita nuestra evolución personal, convirtiéndonos en personas ariscas y con nula capacidad de generar ilusión. Esto hace que poco a poco nos destruyamos y dejemos víctimas en nuestro círculo.

Libérate, seamos honestos con nosotros mismos, quítate esa venda y la armadura y sé valiente. Dirige el timón de tu vida sin ataduras impuestas por ti mismo y lucha con estrategia y sin armadura.

Yo he visto piedras romperse en lágrimas de arena. Puedes saltar al vacío y quitarte todo ese hierro o vivir el resto de tu vida siendo como los buques acorazados de guerra (que por cierto solo duraron de 1875 hasta la Segunda Guerra Mundial y fueron sustituidos. Dejo en tu mente las conclusiones).


Y tú, ¿perteneces a la Compañía Gris o eres un orco?.

sábado, 25 de julio de 2015

Libre

Que no me quiten la alegría,
que me recuerden sonriendo.

Que no me quiten la libertad,
que me recuerden luchando.

Que no me quiten las alas,
que quiero tocar el cielo,
mirar desde otra perspectiva,
rozar el aire,
tocar mi alegría,
sentir que soy libre.

Que no me quiten los libros,
páginas de otros,
conocimientos compartidos.



viernes, 24 de julio de 2015

A cualquier otra parte.


Donde tú quieras. Donde te lleve el viento y envuelva tu pelo, ese sitio que saque tu mejor versión, un lugar sin prejuicios. De valientes. Repleto de inspiración. Aspiración y espiración. Un ambiente acogedor. O no. Que rías o llores de risa, y te duelan las costillas de felicidad. Sola/o o acompañada/o. Con el estómago lleno de mariposas. O no. Con un buen libro. O una buena canción. Allí donde te enamores de todo.  Donde no te miren mal por no llevar sujetador y esté de moda el vello. Donde las armas sean flores y la piel de colores. Sin barreras ni muros. Con las barrigas llenas. Mar o montaña. Sol o sombra. Frío o calor. Donde te dé la gana. A cualquier otra parte.