jueves, 30 de julio de 2015

De acorazados y orcos.

¿Quieres ser guerrero/a o valiente? Es la pregunta que siempre me hago cuando pienso en sentimientos y emociones acorazadas. A lo largo de mi corta vida me he cruzado con muchas personas empedradas y puedo asegurarte que ninguna era plenamente feliz (no cantaban cuando conducían y hace pocos días leí que las personas más felices cantan mientras van en coche). Estas personas no usaban los ingredientes básicos emocionales: hablar consigo mismo y mostrar al resto deseos, miedos, dudas, ideas…

Es cierto que el bando de la Compañía Gris nunca habría vencido a los orcos de Sauron sin sus corazas pero en esa batalla lo más importante fue la estrategia y para eso sobran corazas y armas. Los orcos pensaban que por ir acorazados hasta las entrañas ganarían la batalla pero la realidad no es esa, la coraza solo servía para proteger su mayor atuendo: inseguridad.

El acorazamiento es la consecuencia de no saber nuestras emociones afrontar ciertas situaciones, no conocen armas para combatirlas y la reacción es desarrollar de forma innata Mecanismos de Defensa. Guerreros que escogen su propia arma de lucha creando una coraza cuya protección altera su calidad emocional. 

Esta coraza puede alterar la visión de la realidad que nos rodea y limita nuestra evolución personal, convirtiéndonos en personas ariscas y con nula capacidad de generar ilusión. Esto hace que poco a poco nos destruyamos y dejemos víctimas en nuestro círculo.

Libérate, seamos honestos con nosotros mismos, quítate esa venda y la armadura y sé valiente. Dirige el timón de tu vida sin ataduras impuestas por ti mismo y lucha con estrategia y sin armadura.

Yo he visto piedras romperse en lágrimas de arena. Puedes saltar al vacío y quitarte todo ese hierro o vivir el resto de tu vida siendo como los buques acorazados de guerra (que por cierto solo duraron de 1875 hasta la Segunda Guerra Mundial y fueron sustituidos. Dejo en tu mente las conclusiones).


Y tú, ¿perteneces a la Compañía Gris o eres un orco?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario