Los años empiezan en septiembre.
Siempre me la juego en ese mes. Septiembre es uno de esos meses que te cambia, que te enseña dónde estás y qué
te falta para llegar allí. A tu meta. Tu visión. Te toca decidir qué
estrategias llevarás a cabo para conseguir esos objetivos que te fijaste al principio
y llegar a aquello que te hace tan feliz.
Hoy te invito a hacer recuento de tus septiembres, de
las decisiones que tomaste, de cómo las enfrentaste, de cómo conseguiste
aquello que tanto te costó. Y una vez que hagas eso
graba con fuego en tu mente que en este nuevo septiembre serás capaz de
conseguir todo aquello que te propongas. Si de verdad crees en aquello que
quieres y le pones pasión: lo conseguirás.
Después de mi reflexión de septiembre
de 2016. O sea, este. He llegado a la conclusión de que perdemos (o pierdo) mucho tiempo en poner parches en aquello que no
se nos da bien y nos hace perder demasiado tiempo. Es por eso que este
septiembre voy a invertir mi tiempo en aquello que se me da bien, en aquello
que disfruto, que me hace feliz, aquello que detiene mi reloj y sin darme
cuenta ya son las 2 de la mañana, aquello que me hace sentir realizada y que me
da valor.
Así que, ¿a qué
esperas? Acepta mi invitación y piénsalo. Encuentra
tu momento Eureka.
No hay comentarios:
Publicar un comentario